No necesitas tener dinero para hacer dinero. Aquí te decimos por qué
Yo elegí financiar mi negocio con tarjetas de crédito. Estaba totalmente quebrada…
“Necesitas dinero para hacer dinero.”
Esta es una frase sumamente frustrante. ¿De dónde voy a sacar el dinero que necesito para ganar el dinero que necesito? ¿Hay algún tipo de bóveda del que nadie me ha contado?
Aunque yo tuve padres increíblemente trabajadores y un fideicomiso o “regalo para iniciar”, para nosotros fue casi imposible. No tenía nada de ahorros y no tenía inversionistas. Habría que haber estado loco para invertir en mi endeudada compañía.
Así que ¿De dónde se suponía que sacara yo el dinero que necesitaba para ganar el dinero que necesitaba?
Yo elegí sacarlo de las tarjetas de crédito.
Después de llevar más de 10 años en el negocio y de trabajar cada vez más duro, mis deudas sólo seguían creciendo. Fundé las bases de mi marketing, del desarrollo de mi negocio y de mis operaciones en las tarjetas de crédito.
Estaba totalmente quebrada… y hay formas mucho más divertidas de estar en quiebra que no implican trabajar todo el tiempo.
Cuando nació mi hija, todo cambió.
Fue una bebé que tenía muchos cólicos (de verdad, la cosa más bonita del mundo era un demonio que lloraba todo el tiempo). Pero descubrí que si la acunaba con un poco de fuerza y la ponía contra el refrigerador, la vibración la hacía dormir.
Así que ahí estaba ella, durmiendo por fin, y yo empecé a revisar mi correo. Encontré una letra del banco diciendo que ya no cubrirían mis deudas. El banco había sido vendido y a partir de ese momento, cada vez que cayera un depósito a mi cuenta, sería usado para pagar mi deuda. Incluido lo que usaba para pagar la nómina.
Mientras mi bebé dormía plácidamente, yo lloré.
Ya no sólo era un fracaso para mi misma, era un fracaso para mi hija.
No podía seguir así. No podía seguir viviendo al límite de mis tarjetas. No podía seguirme despertando a las 3 de la mañana para revisar mi estado de cuenta y darme cuenta de lo profundo que era el hoyo en el que había caído.
En ese momento, con esa carta del banco en la mano, hice lo único que sabía hacer. Soy una mujer de fe y en ese momento decidí no desmoronarme y rezar. Rezar por algo diferente.
Tenía que encontrar una forma de hacer crecer mi negocio de forma que fuera redituable y yo pudiera dejar de vivir endeudada.
A partir de ahí todo cambió.
Verás, todos aprendimos la forma tradicional de hacer marketing.
Corres un anuncio a un lead magnet (contenido gratuito) y luego vendes algo. Ya sea en línea o en persona, tu dinero llega en el último paso del proceso.
El problema con este modelo es que tienes que hacerte cargo de los gastos de los primeros pasos. Y si la venta no se concreta, estás en problemas.
Lo que yo necesitaba era una forma de auto financiar mi marketing para que, antes de que un prospecto llegar a mí, yo ya estuviera cubriendo mis gastos.
Nada como estar contra la pared para hacer un cambio radical…
La pieza que faltaba era un modelo de marketing orientado a las ganancias. Al agregar una oferta en la página de agradecimiento después de tener el lead (contacto), podía auto financiar todo mi marketing. Al ofrecer algo en venta no sólo se pagaría mi marketing, sino que estaría dándoles aún mejor servicio a mis clientes.
Piénsalo…
Esta persona acaba de levantar su mando y decir “Oye, tengo un problema y creo que tú puedes resolverlo. Y confío lo suficiente en ti como para darte mi información de contacto. ¿Puedes ayudarme?” Sí, sí que podía.
Podía ofrecerles algo más en este momento, algo mejor que un simple gracias. Podía venderles algo que pudiera realmente ayudarlos a solucionar su problema. Un curso, un paquete de consultoría, incluso las grabaciones de un webinar al que se hubieran suscrito.
Empecé a usar un webinar como lead magnet y simplemente vendía las grabaciones del webinar como potenciador de ganancias. Y empezó a funcionar.
No sólo se estaban pagando solos mis anuncios, sino que empezaron a generar ganancias.
Al principio fueron algunos dólares adicionales al día, pero en unos cuantos meses mi marketing me estaba dando un extra de entre $3 mil y $5 mil dólares mensuales. Eso era suficiente para cubrir la renta de la oficina y para pagarle a mi asistente, que hasta ese punto había sido una pequeña carga.
Conforme fui escalando mis resultados, mis ganancias siguieron creciendo. Cuando vendí mi agencia de marketing a finales del año pasado (para poder enfocarme en mis cursos de redes sociales) habíamos ingresado más de $1.1 millones de dólares de ganancia, adicionales a lo que metía con mis clientes.
La buena noticia es que esto no sólo funciona para mi negocio.
Ya sea que tu negocio sea en línea o no, que seas un vendedor afiliado, un proveedor de servicios profesionales, un abogado o un creativo de marketing, un potencializador de ganancias te da el poder de escalar tu negocio todo lo que quieras. Esto puede hacer que tu estrategia de marketing pase de ser una carga a hacer una fuente de ingresos.
Yo sé que no atravesé esos tiempos oscuros por accidente, los viví para poder decirles a otros que no se necesita dinero para hacer dinero.